¡Buenas amigos!
Antes de introducir este artículo, recordaremos que el pádel es un deporte por parejas y que cada miembro de la pareja debe ocuparse de su cuadro, aunque exista una gran diversidad de situaciones en las que el compañero pueda ayudarnos a cubrir mayor cantidad de espacio y conectar así el siguiente golpeo.
En este sentido, cuando nos encontramos atacando, debemos ser conscientes de este hecho debido a que si vamos lanzando una bola a cada cuadro de juego, nuestros rivales siempre tendrán tiempo suficiente como para devolver la bola y recuperar la posición hasta el punto de partida. Por ello, nuestro objetivo debe ser “marear” a un mismo rival hasta que encontramos la bola más fácil posible. ¿Cómo se consigue esto? Pues mandando gran diversidad de bola, cambiando constantemente el ritmo de bola y la dirección de la misma. También es cierto, que en estas situaciones en las que el rival tiene que devolver un alto número de bolas de forma continuada, en este caso, el otro rival se relaja y pierde la concentración en este punto y por ello, en ciertas ocasiones, es bueno cambiar la dirección de la bola hacia el otro cuadro aunque esto suponga darle un respiro al rival.
Finalmente, remarcar que este tipo de situaciones suelen darse en el enfrentamiento cruzado de los jugadores, de modo que el compañero de la pareja que se encuentra en la red y en posición de ataque pueda cruzarse y conectar un golpe ganador, donde los rivales tendrán un alto déficit de tiempo para realizar su devolución. Además, este cruce en la red por parte de la pareja atacante suele implicar un golpe cruzado al otro jugador que se encuentra normalmente un poco fuera del punto, por lo que suele ser bastante efectivo.
Un saludo.
Carlos Espino Palma
Lcdo. con Máster Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Monitor Club Don Tello Golf (Mérida)